En 2005, heredé un hermoso terreno con vistas al mar a 800 m. Decidí construir 4 casas rurales, y luego 2 más en 2007. El tiempo no siempre era bueno, así que en 2010 decidí construir una piscina cubierta para que todo el mundo estuviera contento en todas las estaciones. Ese mismo año construí otras 4 casas rurales para personas con movilidad reducida para completar mi oferta. Todas mis casas rurales tienen la etiqueta Gîtes de France 4 épis.
Me gusta recibir a la gente en casas limpias y bien equipadas. Hacer que la gente se sienta como en casa enseguida. El día de la llegada nos dedicamos de lleno al bienestar de los huéspedes (padres e hijos). El domingo tomamos una copa de bienvenida para conocernos y luego proponemos cosas que hacer o lugares que descubrir en nuestra región, pero también en un radio de 100 km.
Me encanta hablar de mi región, de su historia y de cómo es vivir allí. Nuestro pueblo es pequeño y trato de ofrecer cosas adecuadas para las familias, dependiendo del número de niños y sus edades. Por lo general, cuando la gente sale de la recepción, ya sabe lo que va a hacer cada día… Durante el verano, cada semana ofrecemos dos actividades. Una es para niños, que salen con un guía de naturaleza a descubrir la bahía. Otra actividad está abierta a todos, con una degustación de productos locales.
Lo que me parece realmente interesante de la red es el intercambio de experiencias. Siempre hay alguien en la red que tiene la respuesta a la pregunta que uno se hace. La Carta también me atrajo porque se basa mucho en las relaciones humanas. Promocionar nuestros pueblos en las ferias, por ejemplo, es una baza importante.
El pueblo de Combas, en el Périgord, es un ejemplo perfecto de la filosofía de las casas rurales.
Sin anécdotas especiales, ¡sólo momentos compartidos!
